Publicación exclusiva sobre la hipótesis de las paleovisitas extraterrestres
CONTCTO
 

 INDICADORES MAYAS DE VARIACIONES SOBRE LA SUPERFICIE DE VENUS

   

Marcadas diferencias entre

los periodos de visibilidad de

Venus, según los registros de

los antiguos mayas, sugieren

variaciones en las condiciones atmosféricas del planeta.

STUART W. GREENWOOD

Dr. STUART W. GREENWOOD

EUA

Stuwood@verizon.net

 

 

Los antiguos mayas registraron períodos más cortos de visibilidad de Venus que los que nosotros tenemos hoy. En un artículo anterior (“Atmospheric Changes on Venus?” - “¿Cambios Atmosféricos en Venus?” – Ancient Skies, 12:4) yo sugerí que estos registros eran compatibles con la idea de que Venus poseyó alguna vez una atmósfera más parecida a la de la Tierra que la que hoy tiene.

 

Ha sido un continuo enigma que los períodos mayas de visibilidad registrados como  Estrella de la Mañana y Estrella de la Tarde fueran respectivamente diferentes. Uno podría haber esperado que fuesen iguales - como lo son hoy. Sin embargo, como se mostrará abajo, si Venus tuvo alguna vez una atmósfera muy parecida a la de la Tierra, uno debería esperar que los períodos hubieran sido diferentes en lugar de ser iguales. Las siguientes consideraciones indican por lo tanto que los diferentes períodos de visibilidad registrados reafirman el concepto de que Venus ha tenido una atmósfera muy semejante a la de la Tierra.

 

El movimiento rotatorio de Venus sobre su eje se asocia al movimiento orbital de la Tierra alrededor del Sol. Este movimiento se muestra en la figura 1, con la Tierra como un punto fijo de referencia. Durante un período sinódico de 584 días, Venus hace una revolución completa en su órbita en relación con la Tierra y gira cuatro veces sobre su propio eje como se muestra. En la Conjunción Inferior vuelve siempre la misma cara hacia la Tierra (esto es aproximadamente cierto, ya que las órbitas de los planetas no son exactamente circulares y coplanarias y el eje de rotación de Venus no es exactamente perpendicular al plano de rotación). Es más, en cualquier situación dada en su órbita, con referencia a una Tierra fija, Venus tiene una definitiva y recurrente orientación hacia el Sol y la Tierra respectivamente.

 

Figura 1

 

El acoplamiento de los movimientos rotatorios de Venus sobre su eje con el movimiento rotatorio de la Tierra alrededor del Sol es estrechamente aproximado, pero no es exacto. En un prolongado período de tiempo la desviación del acoplamiento exacto afectaría los períodos de visibilidad de Venus, y esto podría explicar las diferencias entre los períodos registrados en los códices mayas de Dresde y Borgia respectivamente. Los períodos de visibilidad en estos códices se reprodujeron en mi artículo anterior arriba mencionado.

 

Nosotros estamos particularmente interesados en las orientaciones de los puntos donde Venus deja de ser visible como Estrella de la Mañana (Punto A) y de nuevo se hace visible como Estrella de la Tarde (Punto B), como se muestra en la figura 2. Tomando los límites de visibilidad como aquellos dados por el Códice de Dresde, las orientaciones respectivas se muestran en la figura 2 con orientación a la Conjunción Inferior para la comparación. La aparición de Venus como un objeto visible en el Punto B más cercano a la línea de vista al Sol indica que la superficie hemisférica de Venus iluminada por el Sol en el Punto B era más reflexiva a la radiación del Sol que la superficie hemisférica iluminada por el Sol en el Punto A. Podemos hacer esta deducción puesto que, a diferencia de la actual cobertura de nubes en Venus, con una atmósfera más parecida a la de la Tierra, la capa de nubosidad habría sido parcial, permitiendo que una considerable radiación alcanzara la superficie y se reflejara. Como las condiciones de la superficie en Venus están lejos de la constante de hoy (y puede haber incluido además masas de agua muy reflexivas) las diferencias en los períodos de visibilidad registrados por los mayas son vistos ahora como predecibles, habiendo reconocido la posibilidad de un cambio en su atmósfera.

 

Figura 2

 

En resumen, los períodos más cortos de visibilidad de Venus registrado por los mayas, junto con sus desiguales duraciones como Estrella de la Mañana y Estrella de la Tarde respectivamente, apoyan el concepto de que Venus haya poseído alguna vez una atmósfera parecida a la de la Tierra. Los registros mayas deberían resultar beneficiosos para ayudar en la reconstrucción de la evolución física del planeta.

 

 

 

 

EL AUTOR se encuentra actualmente retirado de su cargo como Program Manager en la University Research Foundation establecida por la Universidad de Maryland, EUA. Su experiencia comprende la investigación y desarrollo de motores, la enseñanza de la temática sobre propulsión en universidades de Inglaterra, Canadá y los Estados Unidos, y como consultor privado. Sus títulos académicos incluyen un doctorado en Ingeniería Aeroespacial de la Universidad de Maryland. Lleva largo tiempo interesado en la Hipótesis del Antiguo Astronauta.

 

 

 

© Stuart W. Greenwood, 1990 / 2009 – Todos los Derechos Reservados

Traducido y publicado con autorización expresa del autor y conforme a la edición original de Ancient Skies, Vol. 17, Nº 1 de marzo/abril de 1990.

 

 Prohibida su reproducción sin permiso del autor.