La
ilustración de abajo muestra en tamaño reducido la pintura
rupestre descubierta por Bradshaw en la región de Kimberley,
en la parte norte de Australia Occidental.
Una versión del contorno de la ilustración que acompaña este
artículo fue incluida por Tomas en “No somos los primeros”
(1) y la propia ilustración fue utilizada en un artículo
anterior en “Ancient Skies” (2). El dibujo es sin duda una
muy evocadora obra de arte.
El dibujo original fue descubierto por Bradshaw hacia el
final del siglo diecinueve en el río Prince Regent de
Kimberley, en el oeste de Australia (3). Bradshaw señaló que
". . . un rostro de perfil presentaba facciones de
tipo aguileño muy pronunciadas, bastante diferentes de los
nativos que encontramos. De hecho, mirando a algunos de los
grupos, uno podría imaginarse a sí mismo viendo las paredes
pintadas de un antiguo templo egipcio.
Estos bocetos parecían ser de gran antigüedad. . . "
Aunque gran parte de la obra de arte es estilizada, la
impresión más fuerte causada por la escena es la del dominio
de la figura de la izquierda y la relación de las otras
figuras y animales con ella. El artista se ha tomado el
trabajo de asociar la figura dominante con tres notables
símbolos en directa proximidad. Para un estudioso de la
hipótesis del antiguo astronauta, los símbolos podrían
interpretarse respectivamente como indicadores de un sistema
de órbitas planetarias alrededor de una estrella, un
vehículo en órbita alrededor de una estrella, y un vehículo
con el tren de aterrizaje desplegado y un penacho de escape. Igualmente significativo es el hecho de
que la figura se muestra usando lo que parece ser un casco
espacial. Teniendo en cuenta las limitaciones del artista,
la combinación de imágenes impone la impresión de que en la
figura dominante está representado un astronauta de
considerable importancia. Y todo esto, que quede admitido,
mucho antes del advenimiento de la moderna era espacial.
Las actitudes de las otras figuras son significativas. La
figura barbada con sombrero ceremonial es al parecer un
sacerdote. Se lo ve persuadiendo a dos mujeres para asistir
al astronauta, frente al cual ellas parecen estar
reaccionando con cierta aprensión. La serpiente en el fondo
junto con el canguro y la mujer en primer plano se muestran
en paz apartándose de la escena. Todo es compatible con la
sugerencia de que el astronauta no sólo es un ser humano
sino un tipo especial de ser humano. Pertenece a la
categoría identificada en los mitos antiguos como dioses,
los ulteriores visitantes extraterrestres en la Tierra que
interactuaron con los descendientes de los primeros colonos.
Cada estudioso del concepto de los antiguos astronautas es
libre de desarrollar una interpretación individual, pero
todos podemos disfrutar al examinar esta obra de arte
antiguo en busca de su significado.
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