Publicación exclusiva sobre la hipótesis de las paleovisitas extraterrestres
CONTCTO
 

LO VERIFICABLE Y LA HIPÓTESIS DEL ANTIGUO ASTRONAUTA 

La importante diferencia entre

lo probable y lo posible debe

tenerse en cuenta ante la

imposibilidad de algunos para

aceptar las nuevas ideas.

 

PASQUAL S. SCHIEVELLA

Dr. PASQUAL S. SCHIEVELLA

EUA

http://mysite.verizon.net/vzepglv8/index.htm

 

 

A lo largo de la historia de nuestra especie, desde el Australopithecus-Lucy al ser humano de hoy, la curiosidad ha sido la fuerza conducente de nuestra lucha por el conocimiento y comprensión de nuestro mundo y nuestros orígenes. El hombre ha establecido innumerables métodos y enfoques para adquirir la información y el conocimiento acumulado desde la época de Lucy, hace tres millones de años en Hadar, Etiopía.

 

Los hemos compartimentado con títulos como física, química, psicología, educación, antropología, arqueología, escritura, matemática, y muchos más. La curiosidad subyace en todos ellos. Los seres humanos necesitan saber y entender.

 

Sin embargo, la mayoría de nosotros está inclinada, debido a  intereses personales, a ser selectiva en lo que necesitamos saber. Esta inclinación nos pone en caminos diferentes en nuestra persecución de conocimiento. Desgraciadamente, nuestra diversidad de intereses nos enfrenta demasiado a menudo a unos contra otros. Esta es la razón  por la cual las ideas que no concuerdan con la actual red de creencias de la sociedad son tan a menudo objeto de burla como fue el caso cuando Einstein postuló la teoría de relatividad.

 

Nuestro sistema de estudios, como opuesto a la educación, nos condiciona a ponerse cómodo con el actual y popular grueso de hechos e inculca una tendencia a ver las nuevas ideas con cierta dosis de cinismo. Como Einstein tan oportunamente lo expuso:" No se enorgullezca usted de los pocos grandes hombres que, durante  siglos, han nacido en la tierra sin ningún mérito suyo. Reflexione más bien, en cómo los ha tratado usted en ese momento, y cómo ha seguido ahora sus enseñanzas."

 

La historia demuestra que la incapacidad para aceptar las nuevas ideas es una característica tan fuerte como es la curiosidad. Pero como en el caso del viejo adagio,

"la curiosidad mató al gato", la curiosidad también ha puesto al hombre en muchos problemas cuando, como cavernícola, su modo de comunicación avanzó más allá de una serie de gruñidos en un esfuerzo por explicar los sucesos y fenómenos de su medio ambiente que él no entendía. El hombre ha sido y todavía es víctima de un lenguaje no verificable. Hace afirmaciones sobre eventos más allá de su comprensión que no pueden probarse, como las afirmaciones teístas, conceptos, y creencias que apelan a incognoscibles e inmateriales dioses como fuente de esos acontecimientos.

 

En los años setenta, muchos antagonistas, incluso Carl Sagan, por entonces no muy conocido pero el más categórico entre ellos, ridiculizaron a Erich von Däniken y los teóricos de la hipótesis del antiguo astronauta intentando relegarnos a esa categoría de creyentes. Uno pensaría que los científicos sabrían la diferencia entre lo que es y no es comprobable. Yo no tengo ninguna duda de que Sagan era una de esas personas y debo decir que tengo gran admiración por sus contribuciones al avance de la exploración en el Espacio. Sin embargo, me siento profundamente decepcionado  por el daño que hizo; él debería haberlo sabido bien. Pero usando a von Däniken en su esgrima, él consiguió mucha atención. Ridiculizando injustamente a Erich y la hipótesis del antiguo astronauta, él enormemente, pero sólo temporalmente, causó generalizadas respuestas negativas a la hipótesis. A pesar de sus esfuerzos, sin embargo, él ayudó inconscientemente a poner el basamento para su aceptación, como demostraré en breve.

 

En el auge del escepticismo científico, una pregunta era hecha a menudo por los escépticos: "¿Por qué los antiguos astronautas se molestarían en viajar billones de años de luz para alcanzar otros mundos? Uno podría contestar:"¿Por qué molestarse en subir el Monte Everest?" "¿Por qué molestarse para hacer algo que no parece tener un valor "práctico”?" Claro, uno puede ofrecer respuestas así, entre muchas, como "para ver si puede hacerse" o "para ver si el césped es muy verde al otro lado de la montaña."  Pero esa pregunta era aplicada a nosotros, la curiosidad no es la única respuesta. Por ejemplo, podríamos contestar: “para reabastecer recursos", "para extraer minerales de otros cuerpos estelares", "para contrarrestar la superpoblación", "para buscar nueva información", "para comunicarse con otras civilizaciones", "para resolver el misterio de lo que sembró la vida y/o la inteligencia en la Tierra", "para sobrevivir como especie", "para buscar aventura", "para satisfacer una sed de conocimiento por su propio bien", "para experimentar la belleza, la espiritualidad, e incluso el sentido de misterio que penetra nuestra persecución de conocimiento",  o en las palabras de Star Trek, "para ir audazmente adonde nadie ha ido antes." Se requiere poca imaginación para concebir otras innumerables razones para molestarse en ver lo que está allí afuera en el Universo. Pero, más que eso, el hombre, como especie, no puede tolerar "no saber." Los misterios no pueden permitirse permanecer no resueltos. Ellos son la fuerza motivadora de su curiosidad. Si él se resistiera a ahondar en ellos, nunca podría levantarse fuera de los pantanos de la ignorancia. Y si uno estudia la historia de nuestra persecución de conocimiento, uno encontrará que también ha sido un proceso de descubrir qué tan poco sabemos.

 

Anteriormente, hice alusión a que una de las razones para viajar en el espacio podría ser "resolver los misterios de lo que sembró la vida y/o la inteligencia en la Tierra" Ésa es una idea que recientemente se ha mencionado hace algunos meses en términos de burla en los medios de comunicación, como "la descabellada procedencia de Clonaid, una compañía privada (que) tiene lazos con los Raelianos, una secta religiosa que cree que los humanos fueron creados mediante ingeniería genética por seres espaciales.”

 

Clonaid afirma haber clonado a un bebé pero no ha presentado ninguna evidencia de haberlo hecho. Los Raelianos creen, pero no ofrecen ninguna prueba, que la inteligencia en la Tierra se sembró en nuestros antepasados cavernícolas a través de la ingeniería genética. Ellos confunden la creencia con el hecho. Tales creyentes deben de haber adquirido este hábito en los regazos de las autoridades teístas que, a lo largo de la historia del hombre, hicieron afirmaciones de sus doctrinas que no pueden ser verificadas - o falseadas. Sin embargo, los teístas de las grandes religiones del mundo no se sostienen por ridiculizar. Si puedo hacer una pregunta retórica, ¿por qué es eso? Por favor, no me entienda mal. Yo no estoy defendiendo a los Raelianos. No tengo simpatía por nadie que hace afirmaciones y se niega a ofrecer la evidencia para ellas.

 

Permítame considerar el problema de la fuente de nuestra inteligencia. Los teóricos de la evolución, de los cuales yo soy uno, atribuyen a la teoría que ésta se desarrolló en nosotros aquí en la Tierra. Toda la evidencia que ha sido reunida apunta a esa condición. Pero hay una salvedad a la que le debemos dar seria consideración. La historia ha demostrado que la evidencia adquirida en el pasado muy frecuentemente resulta, por la información reunida años después, ser falsa o por lo menos inadecuada. La evidencia nunca es el todo y, por lo tanto, sólo es probable. Según la evidencia disponible, la evidencia absoluta es un falso concepto. Debemos evitar el decir, con certeza absoluta, que nuestra inteligencia es un resultado de procesos evolutivos.  

 

Nuestros científicos han dado grandes pasos en ingeniería genética. ¿Es probable, o por lo menos posible, que algún día en el futuro lejano, cuándo ellos hayan dado pasos aun mayores, nuestros astronautas viajarán en naves espaciales hacia planetas distantes? ¿No podemos suponer que ellos impondrán sus habilidades en ingeniería sobre las inteligencias primitivas, a menos claro que haya una "primera directiva" que prohíba nuestra interferencia con su desarrollo evolutivo? Después de todo, nuestros científicos ya están usando esas escasas habilidades aquí en la Tierra. El punto de mi argumento es que no hay ninguna duda de que la ingeniería genética no sólo es posible sino que está siendo practicada.

 

Mucha de la evidencia que usted ha reunido, por más circunstancial que sea, sugiere que nosotros podríamos haber sido visitados por antiguos astronautas. Si ése es el caso, en alguna etapa de la historia de la Tierra cuando los cavernícolas no habían alcanzado un alto nivel de inteligencia, es posible que en alguna parte entre el rango del Australopithecus Afarensis, hace 3 millones de años, y el hombre de Cro-Magnon, hace 40,000 años, los antiguos astronautas puedan haber realizado su “milagro" de ingeniería genética y, luego, dejar que el homo sapiens de las arregle solo.

 

Los visitantes sabían por su propia historia de desarrollo evolutivo que tomaría incontables milenios antes de que nosotros acabáramos de destrozar la Tierra y matarnos unos a otros. Incluso ahora, ellos pueden estar inspeccionándonos  periódicamente para ver si hemos sobrevivido a nuestros instintos salvajes. Con sus medios de vigilancia superiores, ellos supondrían que habría poco peligro de ser descubiertos o no les preocuparía si lo son. ¿Improbable? Podría ser. ¿Imposible? De ninguna manera.

 

Algunos escépticos pueden rebatir,"Bien eso es apenas posible." Esa réplica simplemente no funcionará. Así como una mujer no puede estar casi embarazada, así también, los eventos no pueden ser escasamente posibles. Aunque puedan ser escasamente probables - o no, ellos son posibles o no. Es indispensable que mantengamos una mente abierta sobre lo que es posible, sin embargo mucho podemos considerarlo improbable debido a nuestra presente acumulación limitada de conocimiento.

 

Considerando que hay inteligencias no-humanas aquí en la Tierra en ambientes hostiles para el hombre, como nuestros océanos y selvas, ésa es seguramente evidencia clara de que los ambientes hostiles en los planetas distantes podrían albergar, si no vida inteligente, por lo menos los componentes básicos necesarios para la evolución de entidades biológicas. Después de todo, nosotros tenemos buena razón  para creer que los objetos extraterrestres, que impactan nuestro planeta, fueron los mayores factores en el transporte de las semillas de la vida a la Tierra.

 

Hasta que los científicos empezaron a descubrir evidencia de la existencia de otros planetas, algunos se atrevieron a pensar en la posibilidad de vida extraterrestre no sólo inteligente. Dentro de la comunidad científica, y en muchas otras profesiones, uno se arriesgó dañando su carrera para hacerlo. Era estrictamente tabú. Sin embargo, cuando el hombre finalmente superó su más grande presunción de que él solo pobló el Universo, los científicos empezaron cautamente a admitir que probablemente hay vida extraterrestre, y más tarde, vida inteligente, posiblemente incluso superior a nosotros.

 

Se informa que en los tempranos años sesenta, la Academia Nacional de Científicos le solicitó al Dr. Frank Drake, un profesor emérito de astronomía y astrofísica, después conectado con la NASA, acordar una reunión de científicos mundiales para discutir la posibilidad de la existencia de vida extraterrestre. Según Drake, no más de doce se presentaron. Los astrónomos, en ese momento, incluso dudaban de que existieran otros planetas. Por consiguiente, por los años setenta, casi nadie consideraba el envío de mensajes al espacio exterior.

 

Para nuestro gran placer, la NASA y SETI son ahora los entusiastas que se encargan de eso, gastando muchos millones de dólares a pesar de la sumamente escasa oportunidad de éxito. Incluso el Voyager Explorer, que viaja ahora más allá del límite de nuestro Sistema Solar, lleva nuestros saludos. No debería sorprendernos que ellos sepan algo que no están compartiendo con el público.

 

Sin embargo, demasiados científicos, incluso hoy, no muestran interés y todavía se resisten a admitir cualquier posibilidad de que hayamos tenido visitas del espacio exterior. Ellos rechazan la inmensa cantidad de trabajo de arte histórico que representa a platillos voladores, las descripciones documentales de contacto personal directo en los grandes libros religiosos, y observaciones actuales de personas inteligentes y creíbles muchas de la cuales sostienen haber sido raptadas por  extraterrestres. Algunas fueron hipnotizadas o pasaron con éxito las pruebas del polígrafo hechas por profesionales muy especializados. No parece haber ninguna  contradicción entre las afirmaciones y los resultados de la hipnosis y lecturas del polígrafo. En mi conocimiento, no hay ninguna certeza de que hemos sido visitados, pero yo, personalmente, no estoy calificado para pasar el juicio sobre la veracidad de aquellos que sostiene que lo somos.

 

No obstante, están aquellos que buscan arrojar sospecha sobre la credibilidad del contundente informe, EL DÍA DESPUÉS DE ROSWELL, escrito por coronel Philip J.  Corso, condecorado y altamente honrado oficial (ahora fallecido)  de la jerarquía militar. Su grabación del acontecimiento de Roswell y sus repercusiones  no sólo está basada en la experiencia y conocimiento personal sino también en los copiosos documentos del acta – de – libertad – de - información. Él  explicó con lujo de detalles el encubrimiento oficial del misterioso accidente ocurrido en las afueras de Roswell, Nuevo México, en el verano de 1947.

 

Cito de la sobrecubierta del libro, él "... fue puesto al mando de uno de los presupuestos altamente clasificados de desarrollo de armas del Pentágono y tuvo conocimiento del más grande secreto del gobierno americano: el desmantelamiento y apropiación de la nave espacial extraterrestre de Roswell por el ejército." “El coronel Corso reveló cómo un consejo encubierto discontinuó oficialmente todos los informes de UFO al público americano, y despejó el camino para su equipo de I&D (es decir, Investigación y Desarrollo) en el Pentágono para analizar e integrar los artefactos de Roswell en el arsenal militar y en el sector comercial privado. "

 

Corso describió cómo él repartió la tecnología de la nave espacial a compañías tales como IBM, Bell Labs, Hughes Aircraft y Dow Corning para el estudio y desarrollo. Ninguno de ellos sospechó la fuente de ésta. Los dispositivos alienígenas, citando de nuevo la sobrecubierta,"... fueron los precursores para los chips de circuito integrado de hoy, las fibras ópticas, los láseres, fibras de excelente resistencia," la capacidad de visión nocturna, y muchos otros para citar aquí, qué ahora le permiten al presidente Bush amenazar y luego invadir Irak con la fuerza del ejército más poderoso de la Tierra.

 

Junto con los datos pertinentes, empezando en la página 29 de su libro que continúa en su capítulo titulado," Los Artefactos de Roswell," Corso dio descripciones vívidas y chocantes de un ser extraterrestre, flotando en un ataúd, a menudo se aludía a él por su nombre en clave,"el paquete," lleno con un líquido especial. Pero, este libro tiene un giro interesante. Según Corso, él no vio de hecho el cuerpo de un alienígena. Sin que él lo supiera, su editor agregó la falsa información para suscitar interés en el libro.

 

Corso describió con gran detalle las extremas precauciones tomadas para mantener el evento de Roswell en secreto bajo la amenaza de severas consecuencias. Refiriéndose a los "cucos del contraespionaje del ejército" que pusieron mucho esmero en atemorizar a los leales ciudadanos americanos de las comunidades circundantes para que permanecieran callados, él describió gráficamente cómo se destruyeron  carreras, se asustaron a los niños, y, en general, se destruyeron vidas.

 

Él identificó a mucho personal militar involucrado y valientemente los enumeró por nombre desde soldados rasos, a sargentos, generales, y presidentes. Hasta el momento, hasta donde yo sé, antes de su muerte nadie lo había demandado. Según los informes de Internet, sin embargo, sus enemigos, poco después de su muerte, hicieron numerosos intentos subrepticios de difamación. De toda la crítica de salón que yo he leído, hay sin embargo una notable ausencia de referencia a los documentos del acta – de – libertad – de – información.

 

Recientemente, no obstante, cincuenta años después del acontecimiento, el canal de TV History Channel presentó un segmento titulado "Roswell: Desclasificación final," en su serie UFOs: Entonces y Ahora. En él y esperando disipar el misterio y convencer al público de que no hubo ningún encubrimiento gubernamental relacionado con la existencia de UFOs o seres extraterrestres, el gobierno revela  documentos sobre sus proyectos experimentales confidenciales que según dicen se estaban desarrollando hace medio siglo. Los únicos documentos dados a conocer por el gobierno, que se relacionan con el incidente de Roswell, fueron los registros oficiales sobre la posición del gobierno sosteniendo que los informes del incidente de Roswell fueron malas interpretaciones de sus programas experimentales. Brillando por su ausencia, sin embargo, a menos que yo me haya perdido una parte, estaba la falta completa de referencia al muy respetado Coronel Philip J. Corso, su libro, El día después de Roswell, su versión del incidente de Roswell y el encubrimiento  gubernamental de éste.

 

Sin embargo, la verdad que Corso pone al descubierto sobre el encubrimiento al que él alude está extraordinariamente apoyada por un significativo número de investigadores privados. Es más, ahora  hay disponibles en  Internet  muchos documentos que fueron liberados y/o filtrados por personas desconocidas - algunos de los cuales fueron rotulados como “máximo secreto”. Y, aunque hay escépticos que declaran que los documentos no son los originales y por consiguiente no pueden ser auténticos, los investigadores no sólo sostienen que ellos poseen algunos originales sino que están llevando a cabo pruebas que demuestran que las copias son réplicas auténticas de los originales.

 

Usted puede hacer una búsqueda en Internet de la documentación “Majestic” y descargar copias de algunos de los documentos, y/o comunicarse con la estación de televisión Sci-Fi, canal 224 (en EUA.).  Pregunte sobre su presentación de “Majestic Twelve”. Allí encontrará referencias a personas famosas desde Einstein, pasando por nuestros propios astronautas, hasta el presidente Truman todos los cuales han  admitido las visitas de extraterrestres.

 

En el pasado, teniendo en cuenta los relatos de horror de Hollywood y de los escritores de ciencia ficción, la idea de alienígenas llegando a la Tierra causó mucho temor,  justificando el secreto. Pero hoy,  muy pocos se inquietan por la posibilidad de que los alienígenas nos visiten, gracias, probablemente, a los esfuerzos de los teóricos del “antiguo astronauta”. Ahora, es el momento para que la verdad sea admitida y revelada oficialmente  por el gobierno.

 

La conclusión a ser deducida de todo esto es que si los extraterrestres están visitándonos en la actualidad, y la evidencia sugiere que por cierto lo están haciendo, es muy probable que ellos nos hayan visitado en el remoto pasado.

 

Pero para la pregunta, " ¿Por qué los antiguos astronautas se molestarían en viajar billones de años luz para localizarnos?" permítanos considerar la advertencia de  Shakespeare a Horacio," Hay más cosas en el Cielo y la Tierra... que las que soñó en su  filosofía." La reciente hipótesis sugiere que hay más sobre nuestro continuo espacio-tiempo de lo que sabemos. Después de todo, nosotros basamos nuestro conocimiento científico en poco más de un par de siglos de investigación científica. Compare nuestro mínimo conocimiento científico con aquel de una posible civilización extraterrestre con cien mil años de investigación.  Basado en la matemática de su tiempo, Einstein postuló la existencia de agujeros negros que succionan toda la materia cercana, no permitiendo ni siquiera a la luz escapar. Hay pruebas verosímiles de que él tenía razón. Pero algunos científicos, son como culpables de hacer afirmaciones que, por lo menos a los no científicos, les parecen tan improbables como ellos insisten que es la  hipótesis del antiguo astronauta.

 

Considere por ejemplo la idea del viaje en el tiempo, el viajar a un lugar y tiempo, en el pasado, donde la Tierra estaba a un billón de millas de donde ella y usted existen ahora, y mirándose nacer - no sólo de viaje hacia atrás a otros tiempos, repetidamente, en intervalos de un minuto, y mirándose a sí mismo mirándose nacer, ad infinitum. Con las sombras del plenum de Parménides, un postulado del siglo quinto A.C.; lo que fue, lo que es, y lo que será debe existir desde el momento del Big Bang  y continuará existiendo eternamente. ¿Cómo sino podría uno viajar al pasado o futuro? ¿Cómo podría verificarse esa posibilidad?

 

Hay también otras hipótesis. Los científicos dicen que el continuo espacio-tiempo puede ser distorsionado por los agujeros negros que giran a velocidades enormes transformándose en agujeros de gusano. Tales agujeros de gusano podrían causar que "el espacio se doblara para atrás sobre sí mismo" condensando un viaje de mil millones de años-luz en un día viaje sin exceder la velocidad de la luz. Tal idea, sospecho yo, no tiene sentido para la mayoría de nosotros. Incluso los científicos necesitan varios años para sentirse cómodos con ella – lo cual no comprueba nada. Si es verdad, sin embargo, los extraterrestres podrían pasar por nuestro espacio y tiempo a voluntad. ¿Improbable? Quizás. Debo admitirlo, yo diría que es un "99.9% improbable". No obstante, ésa no es ninguna razón para que la hipótesis comprobable no deba ser investigada considerando cuánto en idioma matemático, como herramienta, ha avanzado nuestra civilización. No nos olvidemos que mucho de nuestro conocimiento actual  fue una vez objeto de burla y escandalosamente ridículo.

 

Einstein también supuso, aunque no se ha verificado inequívocamente, que nada puede moverse más rápidamente que la velocidad de luz. Todavía, algunos científicos están dándole vueltas a la idea de que es posible exceder su límite. Ellos postulan que las partículas taquion deben exceder la velocidad de la luz para continuar existiendo.  Y han dado a entender que pueden haber encontrado una partícula tal. ¿Por qué no deberíamos nosotros, entonces, investigar esa posibilidad, por más improbable que pueda parecer? Si una hipótesis tal es de hecho válida, civilizaciones cien mil años  más adelantadas que nosotros casi seguro habrían hecho estos descubrimientos. Y podrían incluso haber desarrollado la tecnología para crear agujeros de gusano en cualquier momento y lugar que ellas escojan.  

 

Personalmente, soy escéptico sobre las hipótesis de agujeros de gusano y viajes en el tiempo de hoy en día porque el idioma relacionado a ellas no es comprobable. Tales ideas se derivaron a través del cómputo conceptual y matemático, lo cual no debe ser confundido con la observación material. En primer lugar, la presión de la fuerza en el agujero del gusano nos comprimiría a una punta de alfiler o nos disgregaría en una nube de partículas subatómicas.

 

Según  los grandes pensadores como Albert Einstein, Godfrey H. Hardy, y Bertrand Russell, todo el poder de los conceptos matemáticos no describe de hecho el Universo o algo en él. Una de las debilidades de la ciencia es que científicos tienden a ignorar los límites de la matemática. Ellos combinan su idioma con "el conocimiento" deducido acerca de la naturaleza de lo que existe más allá de las facultades de percepción de nuestros sentidos. Se olvidan de que sus leyes son sobre nuestras percepciones del mundo material, debidamente supuestas, yo me apresuro a  agregar, para existir.

 

Por ejemplo, trate de definir el número uno sin razonamiento circular o agregar un cuarto de agua a un cuarto de alcohol y descubra que usted no tiene dos cuartos de líquido. Los números son sólo el idioma de la ciencia - herramientas que nosotros usamos en la vida cotidiana. No son hechos materiales que andan por ahí en el Universo. Ellos " existen" sólo en las mentes de los seres inteligentes. Éste no es el caso con la hipótesis del antiguo astronauta. Ésta es comprobable.  

 

Como usted sabe, los científicos admiten ahora sin problema no sólo la alta probabilidad de que haya civilizaciones extraterrestres sino que algunas de ellas pueden ser superiores a la nuestra. Sigue lógicamente entonces que siendo nosotros mismos una civilización que viaja por el espacio por un corto período de tiempo, las civilizaciones extraterrestres con superior conocimiento científico deben de estar considerablemente mucho más avanzadas, sobre todo en materia de viaje espacial. Y, al contrario de Sagan, también se deduce que los antiguos astronautas existen, aun cuando ellos no hayan visitado la Tierra. Por eso, incluso nosotros tenemos un poco de ellos, aquí en la Tierra, como los primeros miembros de nuestro programa espacial.   No olvidemos, sin embargo, que la conciencia actual de la posible existencia de inteligencia extraterrestre no fue despertada por los trabajos de Platón, los científicos, la ciencia-ficción, los libros religiosos, u otros cuentos mitológicos. Aunque existen muchas alusiones antiguas y del siglo veinte a los seres extraterrestres, hasta hace unas décadas, la referencia a tal idea sólo estaba disponible más que nada para los estudiosos de la mitología y los aficionados a la ciencia-ficción. También, fue recién  alrededor de 1980 que los medios de comunicación empezaron a publicar, con sorna, los informes de avistamientos de UFOs, auténticos o sospechosos.

 

En conclusión, entonces, el crédito le pertenece a usted que considera el concepto lo bastante serio como para organizarse y dedicar la mayor parte de su vida a estudiar, a investigar, y a buscar evidencia para la hipótesis. Son los escritos de los teóricos del antiguo astronauta de las últimas décadas, sobre todo aquellos de Erich von Däniken y la popularidad de su Chariots of The Gods (Recuerdos del Futuro),  registrado en 1969, que fomentaron el conocimiento en el mundo hacia la alta probabilidad de que no estamos solos en el Universo. Usted ha soportado y continúa soportando a aquéllos que afirman saber rotundamente, como hicieron los uniformados del pasado que creyeron que la Tierra era el centro del Universo, que estamos solos en la inmensidad de espacio.

 

Con el mismo espíritu de sus antepasados, no obstante, los escépticos todavía sostienen que la  hipótesis del antiguo astronauta no tiene mérito. Es importante que usted continúe trabajando para acumular, presentar, y  persuadirlos a estudiar lo que por cierto parece ser la evidencia de que hay civilizaciones extraterrestres y que nosotros probablemente hemos sido visitados por ellas, una tarea que, al parecer, sólo usted está dispuesto a apoyar y llevar a cabo.

 

 

EL AUTOR es doctor en filosofía egresado de la Columbia University (EUA). Es fundador y presidente de The National Council for Critical Analysis, y editor de The Journal of Critical Analysis y The Journal of Pre-College Philosophy. Ha publicado gran número de libros y artículos, algunos de ellos relacionados con la hipótesis del antiguo astronauta.

 

© Pasqual S. Schievella – Derechos reservados.

Traducido y publicado con autorización expresa del autor.

 

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