La atención de los medios de comunicación sobre este tema
generalmente se centra en los fragmentos de evidencia de una
teoría o la otra. La mayoría de los escritores, incluyendo a
este mismo, logra ponerse al día en la búsqueda de la prueba
física. No muchos se dieron cuenta de que el debate realmente
constituye más una batalla por el control de las mentes
humanas que una búsqueda de la verdad. La lucha
creacionismo/evolucionismo, de apenas150 años de antigüedad,
surgió de la renovación de un perpetuo conflicto del
Renacimiento europeo del siglo 16.
Por milenios los humanos han vacilado entre dos enfoques en
relación al Universo: El Natural versus el Sobrenatural. La
“verdad" aceptada por el primero requiere evidencia
observable. En el segundo, la “verdad" requiere la creencia en
suposiciones no verificables. La Ciencia Natural y la Religión
Natural exigen que las suposiciones sean comprobadas por los
críticos además de los creyentes. El Sobrenaturalismo (en la
religión y la ciencia) adopta una realidad más allá de la
capacidad de la mente para comprenderla. Esto es diferente del
refrán naturalista “simplemente no lo entendemos todavía, pero
con más información podemos." El Sobrenaturalismo dice que
nunca podremos entenderlo porque nuestro dios, o lo que sea,
está más allá de nosotros.
A diferencia de la mayoría de los estudiosos, yo creo que la
primera tendencia humana fue el planteo natural. Mi
interpretación se apoya en la física cuántica y en los
estudios de la conciencia. El llamado “animismo primitivo" de
los primeros seres humanos, que le atribuye espíritu o
conciencia a todos los objetos y aspectos de la Naturaleza,
corresponde a eso que David Bohm y otros han denominado
conciencia no-local o universal. La investigación de la sutil
energía física y de la conciencia confirma ahora la temprana
creencia humana en las conexiones y comunicaciones con todas
las especies. Yo creo cada vez más que el Sobrenaturalismo
se desarrolló hace poco relativamente en la historia humana,
pero ésa es otra historia.
Cualesquiera sean sus orígenes y manifestaciones más
tempranas, la historia registra que el Sobrenaturalismo imperó
en el Oeste de aproximadamente 300 CE a 1,600 CE. Un temprano
bastión del Naturalismo, ejemplificado por la Edad Dorada de
Grecia y Alejandro el Grande, menoscabado por el Imperio
Romano y la apropiación de la Iglesia cristiana en ciernes por
el emperador Constantino en el siglo 4to. El dogma
católico romano y otros misticismos prevalecieron a lo largo
de la Edad media. Los naturalistas se ocultaron en escuelas
esotéricas y sociedades secretas, una práctica necesaria
debido a la persecución de la Iglesia y la Inquisición que
comenzó en el siglo13.
Un renacimiento del enfoque naturalista animó a Copérnico,
Bruno, Galileo, Newton y otros en los siglos 16 y 17. El
impacto, arraigado en la Ciencia Natural, era un nuevo
despertar de individuos, instituciones, y sociedad.
Por trescientos años la Ciencia Natural vio éxitos en
astronomía, antropología, arqueología, física, y biología. Sus
partidarios estaban empezando a ganar batallas contra el
Sobrenaturalismo (los católicos, protestantes, musulmanes, y
las sectas menores) y muchos quisieron asestar el último
golpe. Derrotar la idea central de un Padre celestial creando
personalmente el Universo y a los seres humanos. Ellos vieron
la especulativa teoría de Charles Darwin de las mutaciones
aleatorias y la selección natural como la estaca de plata que
perforaría el corazón del Sobrenaturalismo. En la emoción de
la lucha, los científicos ignoraron su propia máxima de
“seguir la evidencia" y sostuvieron una hipótesis como
"verdad" antes de contar con los datos necesarios. Esta
inversión antagónica de emociones alimentó el debate.
Otra energía que contribuye a la persistencia de esta
prematura afirmación, creo yo, fue la apropiación hacia
finales de siglo de la Ciencia Natural por los colosos de la
Era Industrial. Ellos vieron los valores de los basamentos
internos de la religión (Natural o Sobrenatural) como una
amenaza a la sociedad materialista, orientada al consumo. Y
asignaron los recursos necesarios para apoyar a los defensores
del "evolucionismo" en la educación, la investigación, y los
medios de comunicación. Convirtiéndose en un icono del
enfrentamiento entre el materialismo industrial y los valores
espirituales. El Naturalismo perenne versus el
Sobrenaturalismo se desarrolló dentro de la Ciencia Industrial
contra la Religión Sobrenatural. (Ni siquiera consideró al
Naturalismo una amenaza relevante). Ambas partes, motivadas
por su deseo de prevalecer en la lucha bipartita por el
control intelectual, no pudieron ver el panorama más grande.
Un siglo después no pueden admitir que la verdad natural
parece quedar en alguna parte entre sus posiciones.
La reciente decisión de la Junta de Educación de Kansas de
quitar de un extremo al otro del Estado la enseñanza de la
macroevolución de las pruebas estudiantiles re-encendió en los
medios de comunicación el debate sobre el "hecho" de la
evolución versus la "verdad" del creacionismo. Pero la
búsqueda de evidencia tangible para entender se pierde en la
cacofonía de sonidos mordaces. El establishment científico y
el fundamentalismo religioso, simbolizados por la Academia
Nacional de Ciencia y el Instituto para la Investigación de la
Creación, mezclan los hechos con sus "anhelos". Ambas
instituciones interpretan la evidencia selectivamente para sus
propios fines.
El estricto parecer del creacionismo es bien conocido: El Dios
cristiano creó directamente el Universo y a los humanos
modernos en menos de una semana hace aproximadamente cinco mil
años. La opinión del científico convencional es que toda la
vida en la Tierra comenzó hace 4 mil millones años a partir de
un singular acontecimiento debido al azar, luego ésta
evolucionó por mutaciones aleatorias desde simples bacterias
celulares hacia las especies más y más complejas. La guía de
enseñanza académica para profesores de 1998 apunta,"no hay
ningún debate dentro de la comunidad científica respecto de si
la evolución ha ocurrido o no y no hay ninguna evidencia de
que la evolución no haya ocurrido."
Esa declaración pasa por alto ingeniosamente que la falta de
evidencia que demuestra que ocurrió ignora las opiniones en
contrario de muchos científicos. De hecho, la información
citada para oponerse a la falta de evidencia fósil es
circunstancial y muy engañosa (tablas de similitudes genéticas
y secuencias de aminoácidos). Con impenetrable lógica, la
mayoría de los científicos toma el hecho de un orden
jerárquico en la Naturaleza como evidencia para su teoría de
la selección aleatoria. (El orden obvio entre las especies
pudo ser así probablemente - o quizás aun más lógicamente –
hace pensar en un desdoblamiento de patrones inherentes.)
¿Cuál es el argumento equivocado en cada lado? Aunque hay
evidencia de que las formas de vida se adaptan a un régimen,
al clima, y a otros cambios físicos, (microevolución), no hay
ninguna evidencia directa de adaptaciones que resulten en
nuevos especimenes (macroevolución). Por ejemplo, las
bacterias pueden volverse resistentes a los antibióticos, pero
eso no produce tipos diferentes de organismos. Aunque hay
evidencia de la selección natural en la supervivencia de
características individuales dentro de una especie, no hay
ninguna evidencia de que tales virtudes conduzcan hacia
nuevos tipos de plantas o animales.
El propio Darwin dijo que en ausencia de formas de transición
(su hipótesis de 1850 estaba basada en la suposición de que
ellas serían descubiertas pronto) toda su teoría no sería
válida. De hecho puede ser imposible de llenar ese vacío que
los fósiles nunca puedan revelar si fueron antecesores de algo
más (por Colin Patterson, Museo Británico de Historia
Natural). Desconocida por Darwin, y por la mayoría de los
científicos de hoy, es la existencia de genes grabados
que controlan la sincronización de la secuencias de todos los
procesos celulares. Llamados genes del carpintero por el autor
Lloyd Pye, su control de la sincronización es crucial para el
normal desarrollo. Las mutaciones de esta especie de genes
específicos producen cáncer, defectos del desarrollo, o la
muerte del embrión. Este mecanismo parece atrapar a una
especie en su propio camino en la espiral del desarrollo (microevolución).
El creacionista se derrumba ante la evidencia (datación de
carbono, anillos de los árboles, centros de hielo, etc.) de
que una Tierra viviente ha estado dando vueltas durante mucho
tiempo y que ese homo sapiens tiene por lo menos una historia
de 250.000 años (probada por los fósiles y el ADN mitocondrial).
La evidencia creciente de que la vida (incluyendo a los seres
elevadamente evolucionados) existe también en otra parte en el
Universo desautoriza al creacionista estricto que ve a los
humanos como criaturas especiales de su Dios.
¿Cuáles son los hechos tangibles? Los restos de vida orgánica
han estado arraigados en la tierra hace por lo menos unos mil
millones años. Los reinos vegetal y animal comprenden
jerarquías intrincadas, desde las formas de vida más simples a
las más complejas. El registro fósil no revela formas de
transición (entre dos especies distintas) y no muestra ninguna
introducción de nuevos grupos mayores desde la Explosión del
Cámbrico hace 530 millones de años. El registro revela que
esas especies aparecen en toda la extensión de la palabra,
permanecen fundamentalmente sin cambio, y se extinguen por
cualquier número de razones.
La historia humana del progreso social y tecnológico no cuadra
con el lento y largo proceso de la evolución. Poco después de
que los humanos aparecen en escena, hay evidencia de sus
actividades alrededor del globo. Muchos informes históricos
mencionan a seres avanzados (SAs) participando en la creación
de plantas, animales, seres humanos y la Tierra dentro del
Universo. La evidencia apoya partes de ambas teorías.
En realidad, hay teorías convincentes que mejor se adecuan a
la evidencia. Una es la de la "Tierra almácigo” que considera
que la vida es pandémica en el Universo. Postula que algunos,
si no todos, los planetas nacen con los modelos enérgicos
inherentes para las múltiples formas de vida, preparadas para
surgir bajo las condiciones apropiadas. (Una analogía es que
una célula humana tiene el potencial - con las instrucciones
del ADN - para crear todas las partes del cuerpo.) A medida
que los científicos descubren más evidencia de vida
extraterrestre, agua que sostiene la vida, y otras condiciones
físicas conducentes a la vida, esta posibilidad se vuelve más
probable. La "Panspermia," otra teoría común, dice que esporas
vivas en endurecidas cubiertas (de los cometas, meteoros o
asteroides) fertilizaron todos los planetas del Sol y
florecieron en la Tierra. Las dos teorías implican el
postulado de Sas ajenos al planeta como los portadores. En
una, los Sas habrían comenzado la vida aquí, mientras que en
la otra, los SAs (o dioses) sólo habrían intervenido en su
desarrollo.
¿Por qué descartamos tales alternativas? Stephen Jay Gould,
que representa la opinión del establishment, dijo (Time, 23 de
agosto de 1999),"... nosotros podemos llamar evolución a un
hecho... una proposición afirmada hasta un grado tan alto que
sería obstinado por parte de uno negarle conformidad
provisional.” Los religiosos fundamentalistas afirman sus
"hechos" aun más lisa y llanamente. Citando a Shakespeare,"
¡(ellos) protestan demasiado, a mi parecer"! ¿Cómo explica
uno por qué las personas permanecen en una línea dura cuando
nueva evidencia indica lo contrario?
Cada lado se ha posicionado en una esquina. Clarence Darrow,
en el proceso a Scopes en 1925 en Tennessee, dijo,"Si la
Evolución gana, la Cristiandad desaparece". Los creacionistas
de Sobrenaturalismo temen ese resultado. La ciencia industrial
cree la contrapartida: “Si la Macroevolución se cae, entonces
la Ciencia será socavada" Cuando las profundas necesidades de
identidad personal y seguridad psicológica están involucradas
con investidos intereses económicos, las tomas de lucha que
doblan los brazos de los protagonistas son difíciles de
deshacer.
Yo creo que los científicos llenarían bien su papel si se
libraran de la anticuada carga del evolucionismo.
Desgraciadamente, las instituciones seculares, como las
religiosas, que construyen su autoridad sobre el dogma se
ponen ellas mismas en una posición de tómalo o déjalo. Las
incuestionables creencias son esenciales para sus estrategias
de control del pensamiento humano y la conducta. Ambas
saldrían perdiendo en una síntesis de opiniones contrarias que
defina una nueva realidad. Para mí, la salida de este punto
muerto radica en una renovación de las dos caras de la misma
moneda: la Ciencia Natural y la Religión Natural.
EL AUTOR es diplomado en psicología clínica, escritor e investigador
interdisciplinario (en filosofía, ciencias naturales y
prehistoria). Ha publicada gran cantidad de artículos y varios
libros, entre ellos Our Solarian Legacy y Gods,
Genes, and Consciousness.
© Paul Von
Ward 1999 – Reproduced by permission.
Traducido y
reproducido con permiso expreso del autor.
Prohibida su reproducción sin
autorización previa del autor.
|