Publicación exclusiva sobre la hipótesis de las paleovisitas extraterrestres
CONTCTO
 

CREACIONISMO Vs. EVOLUCIONISMO: COMPETENCIA POR EL PODER

   

Un debate de vieja data donde la

búsqueda de la “verdad” encierra

estrategias para conseguir el control

del pensamiento y conducta humana

PAUL VON WARD

PAUL VON WARD

EUA

www.vonward.com

 

La atención de los medios de comunicación sobre este tema generalmente se centra en los fragmentos de evidencia de una teoría o la otra. La mayoría de los escritores,  incluyendo a este mismo, logra ponerse al día en la búsqueda de la prueba física. No muchos se dieron cuenta de que el debate realmente constituye más una batalla por el control de las mentes humanas que una búsqueda de la verdad. La lucha creacionismo/evolucionismo, de apenas150 años de antigüedad,  surgió de la renovación de un perpetuo conflicto del Renacimiento europeo del siglo 16.

 

Por milenios los humanos han vacilado entre dos enfoques en relación al Universo: El Natural versus el Sobrenatural. La “verdad" aceptada por el primero requiere evidencia observable. En el segundo, la “verdad" requiere la creencia en suposiciones no verificables. La Ciencia Natural y la Religión Natural exigen que las suposiciones sean comprobadas por los críticos además de los creyentes. El Sobrenaturalismo  (en la religión y la ciencia) adopta una realidad más allá de la capacidad de la mente para comprenderla. Esto es diferente del refrán naturalista “simplemente no lo entendemos todavía, pero con más información podemos." El Sobrenaturalismo dice que nunca podremos entenderlo porque nuestro dios, o lo que sea, está más allá de nosotros.

 

A diferencia de la mayoría de los estudiosos, yo creo que la primera tendencia humana fue el planteo natural. Mi interpretación se apoya en la física cuántica y en los estudios de la conciencia. El llamado  “animismo primitivo" de los primeros seres humanos, que le atribuye espíritu o conciencia a todos los objetos y aspectos de la Naturaleza, corresponde a eso que David Bohm y otros han denominado conciencia no-local o  universal. La investigación de la sutil energía física y de la conciencia confirma ahora la temprana creencia humana en las conexiones y comunicaciones con todas las especies. Yo creo cada vez más  que el  Sobrenaturalismo se desarrolló hace poco relativamente en la historia humana, pero ésa es otra historia.

 

Cualesquiera sean sus orígenes y  manifestaciones más tempranas, la historia registra que el Sobrenaturalismo imperó en el Oeste de aproximadamente 300 CE a 1,600 CE. Un temprano bastión del Naturalismo, ejemplificado por la Edad Dorada de Grecia y Alejandro el Grande, menoscabado por el Imperio Romano y la apropiación de la Iglesia cristiana en ciernes por el emperador Constantino en el siglo 4to. El dogma católico romano y otros misticismos prevalecieron a lo largo de la Edad media. Los naturalistas se ocultaron en escuelas esotéricas y sociedades secretas, una práctica necesaria debido a la persecución de la Iglesia y la Inquisición que comenzó en el siglo13.

 

Un renacimiento del enfoque naturalista animó a Copérnico, Bruno, Galileo, Newton y otros en los siglos 16 y 17. El impacto, arraigado en la Ciencia Natural, era un nuevo despertar de individuos, instituciones, y sociedad.

 

Por trescientos años la Ciencia Natural  vio éxitos en astronomía, antropología, arqueología, física, y biología. Sus partidarios estaban empezando a ganar  batallas contra el Sobrenaturalismo (los católicos, protestantes, musulmanes, y las sectas menores) y muchos quisieron asestar el último golpe. Derrotar la idea central de un Padre celestial creando personalmente el Universo y a los seres humanos. Ellos vieron la especulativa teoría de Charles Darwin de las mutaciones aleatorias y la selección natural como la estaca de plata que perforaría el corazón del Sobrenaturalismo. En la emoción de la lucha, los científicos ignoraron su propia máxima de “seguir la evidencia" y sostuvieron una hipótesis como "verdad" antes de contar con los datos necesarios. Esta inversión antagónica de emociones alimentó el debate.

 

Otra energía que contribuye a la persistencia de esta prematura afirmación, creo yo, fue la apropiación hacia finales de siglo de la Ciencia Natural por los colosos de la Era Industrial. Ellos vieron los valores de los basamentos internos de la  religión (Natural o Sobrenatural) como una amenaza a la sociedad materialista, orientada al consumo. Y asignaron los recursos necesarios para apoyar a los defensores del "evolucionismo" en la educación, la investigación, y los medios de comunicación. Convirtiéndose en un icono del enfrentamiento entre el materialismo industrial y los valores espirituales. El Naturalismo perenne versus el  Sobrenaturalismo se desarrolló dentro de la Ciencia Industrial contra la Religión Sobrenatural. (Ni siquiera consideró al Naturalismo una amenaza relevante).  Ambas partes, motivadas por su deseo de prevalecer en la lucha bipartita por el control intelectual, no pudieron ver el panorama más grande. Un siglo después no pueden admitir que la verdad natural parece quedar en alguna parte entre sus posiciones.

 

La reciente decisión de la Junta de Educación de Kansas de quitar de un extremo al otro del Estado la enseñanza de la macroevolución de las pruebas estudiantiles re-encendió en los medios de comunicación el debate sobre el "hecho" de la evolución versus la "verdad" del creacionismo. Pero la búsqueda de evidencia tangible para entender se pierde en la cacofonía de sonidos mordaces. El establishment científico y el fundamentalismo religioso, simbolizados por la Academia Nacional de Ciencia y el Instituto para la Investigación de la Creación, mezclan los hechos con sus "anhelos". Ambas instituciones interpretan la evidencia selectivamente para sus propios fines.  

 

El estricto parecer del creacionismo es bien conocido: El Dios cristiano creó directamente el Universo y a los humanos modernos en menos de una semana hace aproximadamente cinco mil años. La opinión del científico convencional es que toda la vida en la Tierra comenzó hace 4 mil millones años a partir de un singular acontecimiento debido al azar, luego ésta evolucionó por mutaciones aleatorias desde simples bacterias celulares hacia las especies más y más complejas. La guía de enseñanza académica para profesores de 1998  apunta,"no hay ningún debate dentro de la comunidad científica respecto de si la evolución ha ocurrido o no y no hay ninguna evidencia de que la evolución no haya ocurrido."

 

Esa declaración pasa por alto ingeniosamente que la falta de evidencia que  demuestra que ocurrió  ignora las opiniones en contrario de muchos científicos. De hecho, la información citada para oponerse a la falta de evidencia fósil es circunstancial y muy engañosa (tablas de similitudes genéticas y secuencias de aminoácidos). Con impenetrable lógica, la mayoría de los científicos toma el hecho de un orden jerárquico en la Naturaleza como  evidencia para su teoría de la selección aleatoria. (El orden obvio entre las especies pudo ser así probablemente - o quizás  aun más lógicamente – hace pensar en  un desdoblamiento de patrones inherentes.)

 

¿Cuál es el argumento equivocado en cada lado? Aunque hay evidencia de que las formas de vida se adaptan a un régimen, al clima, y a otros cambios físicos, (microevolución), no hay ninguna evidencia directa de adaptaciones que resulten en nuevos especimenes (macroevolución). Por ejemplo, las bacterias pueden volverse resistentes a los antibióticos, pero eso no produce tipos diferentes de organismos. Aunque hay evidencia de la selección natural en la supervivencia de características individuales dentro de una especie, no hay ninguna evidencia de que  tales virtudes conduzcan hacia nuevos tipos de plantas o animales.

 

El propio Darwin dijo que en ausencia de formas de transición (su hipótesis de 1850 estaba basada en la suposición de que ellas serían descubiertas pronto) toda su teoría  no sería válida. De hecho puede ser imposible de llenar ese vacío que los fósiles nunca puedan revelar si fueron antecesores de algo más (por Colin Patterson, Museo Británico de Historia Natural). Desconocida por Darwin, y por la mayoría de los científicos de hoy, es la existencia de genes grabados que controlan la sincronización de la secuencias de todos los procesos celulares. Llamados genes del carpintero por el autor Lloyd Pye, su control de la sincronización es crucial  para el normal desarrollo. Las mutaciones de esta especie de genes específicos producen cáncer, defectos del desarrollo, o la muerte del embrión. Este mecanismo parece atrapar a una especie en su propio camino en la espiral del desarrollo (microevolución).

 

El creacionista se derrumba ante la evidencia (datación de carbono, anillos de los árboles, centros de hielo, etc.) de que una Tierra viviente ha estado dando vueltas durante mucho tiempo y que ese homo sapiens tiene por lo menos una historia de 250.000 años (probada por los fósiles y el ADN mitocondrial). La evidencia creciente de que la vida (incluyendo a los seres elevadamente evolucionados) existe también en otra parte en el Universo desautoriza al creacionista estricto que ve a los humanos como criaturas especiales de su Dios.

 

¿Cuáles son los hechos tangibles? Los restos de vida orgánica han estado arraigados en la tierra hace por lo menos unos mil millones años. Los reinos vegetal y animal comprenden jerarquías intrincadas, desde las formas de vida más simples a las más complejas. El registro fósil no revela formas de transición (entre dos especies distintas) y no muestra ninguna introducción de nuevos grupos mayores desde la Explosión del Cámbrico hace 530 millones de años. El registro revela que esas especies aparecen en toda la extensión de la palabra, permanecen fundamentalmente sin cambio, y se extinguen por cualquier número de razones.

 

La historia humana del progreso social y tecnológico no cuadra con el lento y largo proceso de la evolución. Poco después de que los humanos aparecen en escena, hay evidencia de sus actividades alrededor del globo. Muchos informes históricos mencionan a seres avanzados (SAs)  participando en la creación de plantas, animales, seres humanos y la Tierra dentro del Universo. La evidencia apoya partes de ambas teorías.

 

En realidad, hay teorías convincentes que mejor se adecuan a la evidencia. Una es la de la "Tierra almácigo” que considera que la vida es pandémica en el Universo. Postula que algunos, si no todos, los planetas nacen con los modelos enérgicos inherentes para las múltiples formas de vida, preparadas para surgir bajo las condiciones apropiadas. (Una analogía es que una célula humana tiene el potencial - con las instrucciones del ADN - para crear todas las partes del cuerpo.) A medida que los científicos descubren más evidencia de vida extraterrestre, agua que sostiene la vida, y otras condiciones físicas conducentes a la vida, esta posibilidad se vuelve más probable. La "Panspermia," otra teoría común, dice que esporas vivas en endurecidas cubiertas (de los cometas, meteoros o asteroides) fertilizaron todos los planetas del Sol y florecieron en la Tierra. Las dos teorías implican el postulado de Sas ajenos al planeta como los portadores. En una, los Sas  habrían comenzado la vida aquí, mientras que en la otra, los  SAs (o dioses) sólo habrían intervenido en su desarrollo.

 

¿Por qué descartamos tales alternativas?  Stephen Jay Gould, que representa la opinión del establishment, dijo (Time, 23 de agosto de 1999),"... nosotros podemos llamar evolución a un hecho... una proposición afirmada hasta un grado tan alto que sería obstinado por parte de uno negarle conformidad provisional.”  Los religiosos fundamentalistas afirman sus "hechos" aun más lisa y llanamente. Citando a Shakespeare," ¡(ellos)  protestan demasiado, a mi parecer"! ¿Cómo explica uno por qué las personas permanecen en una línea dura cuando nueva evidencia indica lo contrario?

 

Cada lado se ha posicionado en una esquina. Clarence Darrow, en el proceso a Scopes en 1925 en Tennessee, dijo,"Si la Evolución gana, la Cristiandad desaparece". Los creacionistas de Sobrenaturalismo temen ese resultado. La ciencia industrial cree la contrapartida: “Si la Macroevolución se cae, entonces la Ciencia será socavada" Cuando las profundas necesidades de identidad personal y seguridad psicológica están involucradas con investidos intereses económicos, las tomas de lucha que doblan los brazos de los protagonistas son difíciles de deshacer.

 

Yo creo que los científicos llenarían bien su papel si se libraran de la anticuada carga del evolucionismo. Desgraciadamente, las instituciones seculares, como las religiosas, que construyen su autoridad sobre el dogma se ponen ellas mismas en una posición de tómalo o déjalo. Las incuestionables creencias son esenciales para sus estrategias de control del pensamiento humano y la conducta. Ambas saldrían perdiendo en una síntesis de opiniones contrarias que defina una nueva realidad. Para mí, la salida de este punto muerto radica en una renovación de las dos caras de la misma moneda: la Ciencia Natural y la Religión Natural.

 

 

EL AUTOR es diplomado en psicología clínica, escritor e investigador interdisciplinario (en filosofía, ciencias naturales y prehistoria). Ha publicada gran cantidad de artículos y varios libros, entre ellos Our Solarian Legacy y Gods, Genes, and Consciousness.

 

© Paul Von Ward 1999 – Reproduced by permission.
Traducido y reproducido con permiso expreso del autor.

Prohibida su reproducción sin autorización previa del autor.